Los Efectos del cambio climático en el lenguaje adoptado internacionalmente se conocen como “señales” o “signos” de cambio climático.
Hasta ahora se han observado de varios tipos: Señales Climáticas, como ha sido el aumento de la temperatura y el aumento de la oscilación de la temperatura, tal y como puede observarse en la siguiente gráfica de temperatura de la ciudad de Mérida de 1921 a 2006 :
Señales Ecológicas: Son aquellas recibidas a partir de cambios generados en los ecosistemas, como por ejemplo la pérdida de zonas de manglar por aumento del nivel del mar.
Señales Biológicas –fenológicas: Son aquellas que se obtiene a partir de la detección de cambios en las expresiones estacionales en los seres vivos. Por ejemplo en plantas adelantos o retrasos en los periodos de floración o en animales adelanto en los ciclos reproductores. Un ejemplo concreto, es la casi nula floración del tahonal (Viguiera dentata) durante el invierno 2009-2010.
El aumento del nivel de los mares se ha duplicado en los últimos 150 años, lo que confirma el efecto que ha tenido el uso de combustibles fósiles, de cara al cambio climático. Los niveles oceánicos van camino de duplicarse respecto al nivel de hace un siglo y medio. Aunque ese aumento de dos milímetros por año desde 1850, comparado con el incremento de uno en los siglos anteriores, no es alarmante, sí evidencia que el calentamiento global se acelera.
El aumento del nivel del mar debido al cambio climático causará en las próximas décadas la pérdida de miles de tesoros arqueológicos situados en zonas costeras. En el caso de la Península de Yucatán, se piensa que la zona más afectada sería la de los Petenes, entre el norte de Campeche y oeste de Yucatán. En esa zona está la Isla de Jaina de gran importancia arqueológica. Los Petenes sujetos a la acción de las mareas puede llegar a presentar una situación extrema de inundación permanente.
El calentamiento global se refiere al aumento progresivo de la temperatura media de la atmósfera de la Tierra. No hace referencia a un cambio del clima, ni a un cambio en las características del clima, sino a un acercamiento a umbrales de temperatura, humedad, precipitaciones y radiación solar que pueden hacer cambiar el clima, por medio del efecto de tipo invernadero.
Este concepto difiere de cambio climático, que en el sentido actual es el cambio en los valores promedio de los parámetros que definen el clima, la temperatura y precipitación que han sido de tipo antropogénico, es decir, ocasionado por el hombre. Los umbrales de cambio están teniendo consecuencias que están afectando las actividades humanas.
Como ciudadano y a nivel individual, se puede tener una pequeña contribución. El refrán africano dice “Mucha gente pequeña en muchos lugares pequeños harán cosas pequeñas que transformarán el mundo”.
Esas pequeñas acciones pueden ser EVITAR EL DESPERDICIO, en todos los sentidos, cuidando las raciones de energía, agua, alimentos, vestidos. Debe procurarse ser solidarios con los demás y tener un efecto multiplicador o en cadena de este tipo de observancia hacia la vida cotidiana.
Es precisamente este tema el que se ha trabajado mucho en el rubro de GOBERNANZA, es decir, que en cuanto al cambio climático exista una coparticipación y un acuerdo entre gobierno y ciudadanos para cuidar el medio ambiente , buscar la sustentabilidad y preservar los recursos naturales.
En ocasiones la prensa lleva a los excesos las noticias sobre cambios ambientales, y se le adjudican muchos al cambio climático. Debe entenderse que el cambio climático es un componente del gran CAMBIO GLOBAL conocido como Globalización. Muchos eventos se deben no necesariamente al cambio climático; en todo caso se exacerban por las señales del cambio climático que está en marcha. Las posibles evidencias del cambio climático, están basadas en fenómenos hidrometeorológicos extremos, que siempre han existido. La lectura de estos fenómenos como evidencias del cambio climático está dada en una relación entre su frecuencia e intensidad, lo cual debe analizarse con mucho cuidado.