Este es el conjunto de cambios en los procesos fundamentales que definen el funcionamiento del planeta derivados de la actividad humana.
Este se evidencia en la transformación de la superficie del planeta Tierra por las actividades humanas y sus impactos sobre los ciclos del agua, los elementos y el sistema climático, incluyendo la introducción de miles de compuestos químicos sintéticos en la biosfera.
NO ES LO MISMO:
El cambio ambiental global es el resultado del efecto sinérgico de las actividades humanas y ocurre por la alteración de los sistemas fluidos del planeta (atmósfera e hidrósfera) o través de cambios en sitios discretos tan ampliamente distribuidos que constituyen un cambio global.
Es necesario hablar de cambio global, y no sólo del cambio climático, que es quizá el fenómeno más visible, conjuntamente con otros fenómenos globales como la pérdida de biodiversidad, la desertización y el uso del suelo, que presentan dinámicas interrelacionadas y que se Retroalimentan continuamente.
Los cambios mundiales que han conducido al cambio global son los siguientes:
Aumento de la población humana
Al analizar la evolución de la población humana se muestra un crecimiento exponencial sostenido durante casi un millón de años al igual que plantas y animales y microorganismos domesticados y asociados a la humanidad.
Si el crecimiento poblacional humano sigue al mismo ritmo se alcanzarán 9 000 millones en el año 2050 de acuerdo con los cálculos de las Naciones Unidas (2003).
Cambios de uso del territorio
Los cambios en el uso del territorio o del suelo se refieren a las alteraciones de la superficie de la Tierra y en las zonas costeras, realizadas por los seres humanos. Estos cambios resultan en una modificación relevante de los atributos físicos y biológicos de tal superficie y que la afecta como sistema.
Implica la transformación, destrucción o sustitución de la cubierta de vegetación, la alteración de los sustratos originales, (suelo y minerales), el cambio en el microclima y la transformación de los flujos naturales del agua.
Las sociedades humanas han sido responsables de los cambios en la cubierta del suelo desde tiempos lejanos, sin embargo, en el último siglo estos cambios se están produciendo a una escala y una velocidad sin precedentes.
Los cambios en el uso del territorio causados por la actividad humana han contribuido a:
Además, estos cambios tienen la potencialidad de afectar a los servicios de los ecosistemas y su capacidad para soportar las necesidades sociales, dicho en otras palabras, la sustentabilidad.
Sin esos importantes servicios, las sociedades estarían más vulnerables al cambio climático, a las fluctuaciones económicas y a las inestabilidades socio-políticas.
Ejemplos de cambios de uso del territorio
El cambio de uso del suelo o del territorio es probablemente una de las actividades antropogénicas más antiguas que han tenido un impacto en el medioambiente.
Los factores que determinan los cambios al uso del territorio son económicos, sociales, culturales y tecnológicos. Y estos cambios son constantes y se producen cada vez que se generan variaciones y alteraciones en el tamaño y la distribución de la población, el desarrollo económico y tecnológico u otras actividades humanas.
Los cambios en el uso y la cubierta del suelo, combinados con otros cambios medioambientales globales como el cambio climático, afectarán a los recursos naturales y los ecosistemas de maneras muy complejas, y el efecto combinado de estos procesos es más significativo que el impacto que puede tener cada uno de esos procesos.
Alteraciones en los ciclos biogeoquímicos
Un ciclo biogeoquímico es el flujo en cantidades masivas de algún elemento o compuestos entre la corteza terrestre, los océanos y cuerpos de agua, atmósfera y los seres vivos mediante una serie de reacciones químicas , así como procesos de producción y descomposición.
Algunos ciclos muy relevantes son el del carbono, nitrógeno, agua.
Cambio Global y Biodiversidad
La presión de los sistemas humanos sobre los sistemas ambientales naturales nos ha orillado al Cambio Global. Este ha surgido de múltiples interacciones y procesos locales acumulativos o sinérgicos.
La intensificación en los últimos decenios de las actividades humanas para conseguir bienes y servicios a partir de los ecosistemas y el impacto sobre los grandes ciclos biogeoquímicos está provocando grandes desequilibrios y aceleración en la pérdida del capital natural: la riqueza de los seres vivos, la biodiversidad de especies y ecosistemas.
El desarrollo sostenible es la posible respuesta estratégica ante este reto sin precedentes, desde el ámbito local al global.
El ritmo en el que se está presentando extinción de especies y de ecosistemas no parece tener precedente en la historia de la Tierra, incluso la humanidad, motor del proceso, puede poner en peligro su propia supervivencia.
Entre las causas de la extinción de especies está la pérdida del hábitat perdida y su fragmentación y de los ecosistemas, la sobreexplotación de las poblaciones de algunas especies, la introducción de especies y plagas, la contaminación del aire, el agua y el suelo, la reducción en el flujo génico de los organismos y el cambio climático.
Entre las respuestas a los cambios planetarios se encuentran los desfasamientos de los ciclos anuales y de vida tanto de plantas como de animales.
Una respuesta a los cambios climáticos en el tiempo es el cambio en la distribución espacial de las poblaciones y por lo tanto de especies. Es de esperar que esto suceda de forma rápida ante los hechos actuales.
Se puede además esperar que como efecto del cambio global sobre los diferentes niveles de complejidad ecológica sea el desequilibrio poblacional reiterado, con la consecuente presencia de plagas y enfermedades en los sistemas naturales, cuyos efectos pueden llegar a ser devastadores.
Es importante valorar más el capital natural frente a otras formas de capital porque los bienes y los servicios ecosistémicos son indispensables para el bienestar humano, ya que proporcionan servicios de mantenimiento, de aprovisionamiento, de regulación ambiental.
Ante la actual situación de crisis económica y ecológica, la nueva respuesta estratégica es más sostenibilidad para el progreso de las sociedades, propiciando un cambio del “metabolismo” de la economía real acorde con la capacidad de carga de los ecosistemas y nuevos valores éticos.
Desertización
Este es el proceso de degradación del suelo que afecta a zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas causadas, entre otros, por cambios climáticos y antropogénicos.
Acarrea la pérdida de la cubierta vegetal, la erosión del suelo y en ocasiones la toxicidad.
Este proceso conduce a la reducción del potencial productivo de los recursos superficiales y subterráneos y por lo tanto, la disminución de la capacidad de mantener la población de forma sostenible, lo que implica una degradación de la calidad de vida.
Se ha puesto de manifiesto que la desertización aparece exclusivamente relacionada con la acción del ser humano.
Por tanto, puede afectar a cualquier ecosistema sensible, independientemente de su localización.
Esta sensibilidad del territorio aparece estrechamente ligada a las condiciones climáticas, especialmente aquellas con tendencia a la aridificación, en las que se producen situaciones episódicas, periódicas o permanentes de carencia de agua. Los climas áridos, semiáridos y subhúmedos secos, donde existe una alta variabilidad interanual y estacional de la precipitación, presentan condiciones climáticas sensibles que contribuyen a agravar y a acelerar los procesos ligados a la desertización.
La vulnerabilidad a la desertización depende del clima, el relieve, las condiciones de los suelos y la vegetación, así como de la mala gestión de los recursos naturales. Entre las malas prácticas de la gestión ambiental se encuentran la deforestación, el deficiente manejo agrícola, el vertido de residuos , así como el sobrepastoreo.
En la definición de desertización tomada de la Agenda 21, se menciona la variabilidad climática como factor que incide como causa directa en el proceso de degradación del paisaje. De esta manera, se establece una relación implícita entre cambio climático y la posible extensión de las áreas con problemas de aridez.
Cambios Geopolíticos
La Geopolítica es la ciencia que, a través de la geografía política, la geografía descriptiva y la historia, estudia la causalidad espacial de los sucesos políticos y sus futuros efectos.
Su principal objeto es El espacio geográfico formado por las poblaciones humanas , sus territorios ocupados y las formas de apropiación de las zonas, así como el medio en que se desarrollan las instituciones políticas.
Estas son e son de todo tipo; pueden ir desde un pequeño grupo de personas bien organizado y jerarquizado hasta un gran bloque económico o político de carácter internacional y no tratarse solamente de países.
Siendo complejo este concepto es por ello que la Geografía Política se va a interesar en todo los aspectos afines como el proceso político, sistemas de gobierno, repercusión de las acciones políticas, etc.
La geopolítica, nuevamente entre nosotros
Simbólicamente, la geopolítica nace cuando el mapa empieza a percibirse como una formalización del espacio para la dominación del espacio.
En los múltiples casos en los que hoy se utiliza este término, se trata de hecho, de rivalidades de poder sobre territorios y sobre las personas que los habitan. En estos choques entre fuerzas políticas, cada una de éstas utiliza medios diversos y, en particular, argumentos que demuestren las razones para una dominación justificada y moralmente legitima.
Cualquiera que sea su extensión territorial (planetaria, estatal, regional, local) y la complejidad de los datos geográficos (relieve, clima, vegetación, repartición de la población etc.), una situación geopolítica se define, en un momento dado de evolución histórica transgredida, a través de las rivalidades en poder de mayor o menor momento, y a través de las relaciones entre fuerzas que ocupan partes diversas del territorio en cuestión.
Componentes de la Geopolítica:
Indudablemente, la disponibilidad de los recursos energéticos fósiles está en el centro del conflicto global ecológico de distribución, porque su alcance demuestra una tendencia negativa y ya no sube como en el pasado. Esto ha reforzado programas de “seguridad energética” dentro de los bloques regionales hegemónicos, pero también ha obligado a los países del centro capitalista redefinir sus aspiraciones geopolíticas ante la periferia.
El dominio de la geopolítica en las estrategias de la “seguridad energética” ya es un hecho y sus consecuencias son el Cambio Global y el Calentamiento Global.
Conectividad
Es el conjunto de modalidades concretas de conexión suministradas por los adelantos tecnológicos.
Mientras la conectividad es caracterizada como “una sensación de acortamiento de las distancias debido a una reducción drástica del tiempo empleado en recorrerlas, tanto física como simbólicamente la proximidad refiere sólo a este último aspecto, el de las distancias simbólicas”.
La Proximidad Mediada es la sensación de acercamiento que les proporcionan los medios de comunicación a las personas.
Las redes de relaciones sociales se tejen unas con otras desde los ámbitos locales hasta los internacionales. Estas redes de relaciones crean conexiones polivalentes que unen nuestras costumbres y experiencias, destinos políticos, económicos y ambientales.
A este hecho le llama conectividad, explica, se encuentra de una u otra forma dentro de la vida local.
Conectividad significa cambiar la naturaleza de las localidades. La proximidad como tema de la conectividad se deriva de la modificación de las relaciones sociales entre las redes a través de grandes trayectos de tiempo y espacio, haciendo que hechos y fuerzas distantes penetren en nuestra experiencia local.
Si la conectividad implica realmente la proximidad como condición sociocultural general, entonces hay que entenderla en términos de una transformación de los usos y experiencias que se percibe dentro de las localidades, así como en los crecientes medios tecnológicos.
Cada vez más se intensifica la interconexión global a través de cierta multiplicidad de vínculos. Surgen modalidades concretas de conexión por adelantos tecnológicos: físicos (sistemas internacionales de transportes aéreos, marítimos, terrestres), y simbólicos (sistemas electrónicos de comunicación inalámbricos).
El hecho de que traer valores distantes hasta nuestros espacios locales más privados, representa estar dentro de un sistema de maneras muy específicas que otorgan cierto status y sentido social. La experiencia de proximidad que brindan los medios de comunicación es proporcional a los avances tecnológicos.
Así, se genera una visión compartida a través de una apariencia consciente del mundo como un lugar más intimo, más comprimido.
Se modifica la percepción sobre la relación espacio y tiempo, a través de una sensación de acortamiento de las distancias debido a una reducción drástica del tiempo empleado en recorrerlas, tanto física como simbólica, señala el autor.
Información generada por: Dr. Roger Orellana Lanza, Centro de Investigación Científica de Yucatán, A.C. (CICY)